martes, 24 de mayo de 2011

Pedro Juan Caballero

Pedro Juan Caballero.

Pedro Juan Caballero de Añazco (Tobatí; 29 de junio de 1786Asunción, Paraguay; 13 de julio de 1821) fue un militar y político paraguayo que lideró el movimiento que logró la Independencia de Paraguay. En su honor, la ciudad capital del departamento Amambay lleva su nombre.

Pedro Juan Caballero era menor que Fulgencio Yegros, seis años y el Dr. Gaspar Rodríguez de Francia le llevaba 20 años más.
Fue involucrado en la conspiración de 1820 y se suicidó en su celda el 13 de julio de 1821.
Infancia y juventud
Nació en Tobatí, ubicada en el III Departamento de la Cordillera, Paraguay, en el año 1786, hijo del comandante Luis Caballero de Añazco y doña Lucía García. Como muchos de los próceres paraguayos, realizó sus estudios en el Real Colegio Seminario de San Carlos, de la Ciudad de Asunción. Todos los documentos originales firmados por el Prócer Pedro Juan Cavallero su apellido es con V corta.

Trayectoria

Formó parte de los que libraron las batallas de Tacuarí y la de Paraguarí contra Belgrano.
El 19 de enero de 1811, se libró una batalla en Paraguarí, que gracias a los jefes paraguayos, resultó un triunfo para el Paraguay, obligando a Belgrano a retirarse hacía el Sur.
El 9 de marzo de 1811, a orillas del Río Tacuarí, mientras Belgrano aguardaba refuerzos desde Buenos Aires, se produjo otra batalla, (la Batalla de Tacuati) Belgrano solicitó la capitulación, que le fue concedida por el jefe del ejército paraguayo.

El golpe

La noche del 14 de mayo, bajo el mando del Capitán Mauricio José Troche, después del toque de queda, el grupo de conjurados se dirigió al cuartel de la plaza donde se encontraba de guardia, al frente de un contingente de 34 curuguateños, el alférez Vicente Ignacio Iturbe, y Pedro Juan Caballero.
El cuartel se convirtió en el centro de la revolución; fueron puestos en libertad los presos políticos, se prepararon las armas, se tomaron medidas de seguridad y se enviaron emisarios al interior, llamando a Fulgencio Yegros y a Manuel Atanasio Cabañas.
Las campanas de la Catedral tocaron a rebato por Doña Juana María de Lara, señal que estaba en marcha el golpe, y por toda la ciudad corrió el grito: ¡alboroto en la plaza!. Varias personas allegadas al gobernador Bernardo de Velasco trataron de entrar al cuartel, pero no lo lograron.
A medianoche, Vicente Ignacio Iturbe llegó hasta la residencia del Gobernador Velasco, llevando una nota en la que Pedro Juan Caballero y sus subalternos exponían sus exigencias, que podían sintetizarse de la siguiente manera:
  • “La entrega de la plaza, todo el armamento y las llaves del Cabildo”.
  • “El gobernador Velasco seguiría en el gobierno, pero asociado a dos diputados nombrados por los oficiales del cuartel”.
Intimación al gobernador Bernardo de Velasco
Como el gobernador Bernardo de Velasco no aceptó las condiciones impuestas por los revolucionarios, estos sacaron las tropas a la plaza y asentaron seis cañones, dos frente a la casa de gobierno, dos hacia la bahía y luego uno hacia cada bocacalle. Vicente Ignacio Iturbe fue portador de una nueva intimación, estableciendo un plazo breve para la respuesta.
El gobernador Velasco se opuso a todo derramamiento de sangre, y saliendo a la puerta expresó:
“Si es por el mando, yo entrego el bastón”.
Al conocerse la resolución del gobernador Velasco, el pueblo sintió gran alegría. Se izó una bandera y se dispararon 21 cañonazos.
La revolución triunfante
El congreso del 17 de junio lo eligió vocal de la Primera Junta Superior Gubernativa, esta junta estaba compuesta por: como Presidente Fulgencio Yegros e integrada por el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, Pedro Juan Caballero, Francisco Javier Bogarín, y Fernando de la Mora.
Fue, con Juan Gamarra, uno de los más tenaces opositores del Dr. Francia, quien presionó al Tte. Coronel Yegros para lograr el alejamiento de Caballero de la política.
El Estado Paraguayo

En la madrugada del 15 de mayo de 1811 había nacido el Estado Paraguayo, con la entrega del poder de don Bernardo de Velasco a Pedro Juan Caballero, quien lo recibió en representación del pueblo. El grupo de patriotas que preparaba el movimiento revolucionario, enterado de que el Gobernador Velasco tenía conocimiento de la conspiración y que esperaba contar con el apoyo de las tropas portuguesas, había decidido, aconsejado por Francia, adelantar el golpe, sin esperar la venida de las tropas de Fulgencio Yegros.

El Tratado del 12 de octubre de 1811

El 12 de octubre de 1811 se firmó un Tratado por el que Buenos Aires reconocía la independencia del Paraguay, comprometiéndose, ambas provincias al auxilio mutuo en caso de guerra.

La Junta

Sus obras de gobierno

La Junta conformada por Fulgencio Yegros, Pedro Juan Caballero y Fernando de la Mora, inicio una serie de reformas económicas y culturales, como las que sigue:

  • En el mes de enero de año 1812 creo la Academia Militar.
  • La cátedra de Matemáticas y la Sociedad Patriótica Literaria, organismo que dirigió a partir de entonces a instrucción pública.
  • Se reabrió el Seminario y se compraron libros de Buenos Aires para fundar una Biblioteca Pública.
  • El antiguo Real Colegio Seminario de San Carlos, asumió el gravamen de costear el maestro, de esta manera se implantaba la enseñanza gratuita y obligatoria.
  • Se reglamentó el funcionamiento de las escuelas primarias, dicto instrucciones para los maestros, prohibiendo los castigos corporales.
  • En lo económico, se comenzó a promover la agricultura, el comercio, la navegación y el poblamiento del Chaco.
  • Desde el punto de vista Judicial: dispuso que las apelaciones se realizaran ante la Junta y no ante la Audiencia de Buenos Aires, solicitando a esta institución la remisión de todas las causas criminales y civiles del Paraguay. El Triunvirato de Buenos Aires accedió a la demanda.

La Semana Santa de 1820

Los últimos días de la Semana Santa de 1820, estaban fijados para la conspiración contra el Dictador - esto nunca fue comprobada- Francia supo de ella el martes santo, y comenzaron los arrestos. Prácticamente todos los próceres de la Independencia cayeron en prisión, incluso aquellos que habían renunciado voluntariamente a la actividad política, como Fulgencio Yegros. El Dr. Francia fue implacable. Algunos de los apresados fueron fusilados tiempo después, y se dio inicio a un periodo de persecuciones y represión que algunos los demonizaron “El Terror”.
Pedro Juan Caballero fue apresado en ese mismo momento, y se suicidó en su celda el 13 de julio de 1821. En su celda estaba escrito con su propia sangre "Sé que el suicidio va contra las leyes de Dios y el Hombre, pero la sed del Tirano de mi Patria no ha de aplacarse con la mía"